Con gran alegría y gratitud en nuestros corazones, celebramos un nuevo aniversario de la fundación de nuestra querida Comunidad. Este día es un recordatorio especial del legado de amor, fe y servicio que nos dejó nuestra fundadora, Madre Magdalena de Santa Rosa de Lima.
Desde sus humildes comienzos en 1939 en pradera (Valle del Cauca), con el respaldo y la bendición de Monseñor Maximiliano Crespo Rivera, nuestra Comunidad ha florecido bajo la guía de la Providencia Divina, y la dedicación y el compromiso de nuestras primeras hermanas, estableciendo las bases sólidas sobre las cuales seguimos construyendo.
A lo largo de los años, hemos sido testigos de innumerables bendiciones y desafíos que nos han fortalecido en nuestro carisma de encarnar la Misericordia de Cristo Crucificado y Glorificado en la humanidad. Cada una de nosotras ha contribuido de manera invaluable a esta misión, ya sea a través de su servicio desinteresado, su oración ferviente o su abnegada dedicación a la educación y el cuidado de los más necesitados.
Hoy, celebramos no solo nuestro pasado, sino también nuestro presente y futuro. Renovamos nuestro compromiso con los valores que nos definen: la fe inquebrantable, el amor compasivo y la caridad incansable. Que el espíritu de Madre Magdalena continúe inspirándonos a vivir nuestra vocación con alegría y entrega total. Que cada una lleguemos a ser un instrumento de paz y esperanza en el mundo, inspirando a otros a seguir a Cristo con corazón abierto y generoso
En este día especial, extendemos nuestro más sincero agradecimiento y oramos por todos aquellos que han apoyado nuestra misión a lo largo de los años. Que Dios bendiga abundantemente su generosidad y que Santa Rosa de Lima interceda por todos para que sigamos siendo piedras vivas en la construcción de su Reino.
Felicitaciones por otro año de servicio y dedicación. Que el Señor nos conceda muchos más años de gracia y bendiciones.
Con gratitud y fraternidad,
Madre Adela Martínez Pérez
Superiora General y Consejo